En las grandes
montañas de la orilla Norte de la Mediterránea, desde los Pirineos a los
Cárpatos, siempre ha habido dos clases de perros: uno inmenso y
poderoso, predominantemente blanco, que protege el rebaño durante la
noche de los ataques del lobo y uno de medida mediana o pequeña, peludo,
inteligente, de temperamento muy vivo, que los pastores usan
para “parar” el ganado, para conducirlo. El primero es el perro ganadero
o mastín. El segundo, el perro de pastor o de parar.
Una diferenciación que se repite.-
Entre los grandes perros ganaderos tenemos el cao da Rafeiro de Alentejo
portugués, el mastín de los Pirineos aragonés, el perro de montaña de los
Pirineos, el Maremmano-Abuzzese italiano, el pastor del Tatra polonés,
el Kuvasz hungarés, el slovensky Kuvac eslovaco, el Owtcharka ruso...
Entre los perros de pastor
tenemos el cao da Serra de Aires portugués, el gos d'atura català, el
pequeño berger des Pyrénées al Bearn francés, el cane da pastore
bergamasco en Italia, el polski nizziny a Polonia, el Owtcharka del
Sur a Rúsia...
Razas pirenaicas reconocidas.- Hasta la fecha, en los Pirineos, tenemos dos grandes perros ganaderos reconocidos
oficialmente -el mastín de los Pirineos del lado aragonés y el perro de
montaña de los Pirineos al Pirineo oriental y francés- y tres
fantásticas razas de pastor: el euskal artzain txakurra
de Euskalherria, el berger des Pyrénées de la región francesa Altos
Pirineus y el gos d’atura català que es la raza autóctona de
Catalunya.
El perro ganadero.- El perro ganadero de
trabajo se le hace crecer lejos de las personas, en medio de las ovejas,
para que no asuste al ganado y porque quede atado afectivamente, para
siempre , al ganado y lo guarde del lobo, del oso y de los perros
asilvestrados con la propia vida. Tradicionalmente se le ha protegido
con un collar de pinchos de hierro, se le ha seleccionado blanco para no
confundirlo de noche con el lobo. Si la vida del gos d’atura es
la ir y venir a las órdenes del pastor; la función del perro ganadero es
estar con el ganado, como una oveja más, y protegerlo. Esta clase
de perros, en Catalunya, se les ha conocido con diferentes nombres, entre
los cuales: can mostí, can mestí, perro del oso, can
lobero, perro de rebaño, perro ganadero, perro de pleta o perro de redil.
El gos d'atura.- El perro de pastor, por
contra, obedece al hombre con quien establece vínculos poderosos y grandes
complicidades, una finísima mezcla de sumisión y de picardía. El
color pardo o oscuro de su manto –de aquí nombres tan extendiddos en nuestro
país como Pardo o Moro- lo hace diferente a la oveja a la cual la asusta y
hace obedecer. Su función básica es ayudar al pastor a "aturar", "detener" el
rebaño, a hacer "bordes/márgenes", es decir, a impedir que el rebaño traspase una
determinada y línea o margen. Tantos años de selección a las órdenes del hombre, han dado razas inteligentísimas, muy vivas y fàciles
de adiestrar.
"estos magníficos perros de nuestro Pirineo, tan fieles, con una
energía y una fuerza inconcebibles, con una movilidad prodigiosa,
guardan las fronteras que el Mayoral ha señalado para pacer
el rebaño... son perros peludos, de cartílagos de acero,
inteligentísimos" (Josep Pla).
Capitel
del claustro de Santa Maria de Ripoll (s. XV ?). En la escena, los
lobos (parte superior) atacan el rebaño (parte inferior); en la parte
inferior izquierda un pastor con su capa y bastón acompañado de un
gos... d'atura?
Antigüedad.- Desconocemos la antigüedad
del gos d'atura català. No hemos sabido encontrar ni textos ni pinturas
que hablen más allá de un par de siglos atrás. No obstante
, es una evidéncia que por toda Europa se extiende un tronco racial de
perros medianos o pequeños, peludos y generalmente pardos que demuestran
una dispersión y una presencia antiguas de este tipo de perros. E todo caso, mientras que la existencia de este perro en nuestro país
seguramente es muy antigua, hay bastantes indicios que su
utilitzación en la tarea de detener el ganado podría ser más reciente.
Vilarrasa, Amades o Violant i Simorra recogen de los pastores el
convencimiento que, mientras la función del perro ganadero o mastín es muy
antigua, no es hasta el s. XVIII que, en nuestra tierra, el gos d’atura
sustituye a los rabadanes (aprendíz de pastor). Vilarrasa, concretamente, en su obra
"la vida dels pastors" (1934) dice, hablando del gos d'atura: "Perros
peludos de una raza especial que los pastores usan para parar
las ovejes y guardar el rebaño. En gran parte sustituyen a los
rabadanes."y"Ahora con los gossos d'atura, habiendose perdido
los lobos, los pastores están mucho más descansados, pero también se ha
perdido una cosa bien típica o sea los perros ganaderos que eran de una
casta muy grande y los había en todas las casas que tenían rebaño.".
Nosotros nos inclinamos a pensar que el perro ya estaba y que la
función, tal como recogen otros autores, llegó a Europa,
procedente de las islas británicas, seguramente, más tarde.
Seleción de una función.- El gos d'atura
se utiliza para "parar" el rebaño e impedir que las ovejas entren
en los sembrados o en los viñedos donde no se quiere que éstas vayan. Esta
palabra genuinamente catalana d' "aturar" es el que ha dado el nombre a nuestra única y maravillosa raza autóctona de perro. Aunque puede hacer
otras tareas mas finas, la función básica del gos d'atura català es "hacer bordes/márgenes", siempre arriba y abajo de la línea o márgen que le marca
el pastor, impidiendo que el rebaño la traspase. Como ya se ha dicho,
descargan al pastor de un trabajo que sería muy pesado de hacer,
si no imposible. Antes eran los rabadanes, los jovenes muchachos, los que
corrían detrás de las ovejas para hacerlas obedecer. Hoy el pastor está
más solo que antes y lleva rebaños mucho más grandes por sitios más
complicados, llenos de obstáculos y de tentaciones para el rebaño: en
esta situación, el gos d'atura se convierte en la herramienta esencial del
pastor. Por esta razón, los pastores han seleccionado, siempre, un perro
vivo e incansable, un perro que, sin comer mucho, con el mínimo gasto, trabaje de sol a sol, que con la medida mínima concentre la
máxima energía. Han seleccionado un perro que entra fuerte y hace ruido
porque en un país forestal, abrupto y cerrado com el nuestro haga
obedecer al ganado. Han selecionado un perro con un instinto natural para
agrupar las ovejas, para tenerlas en círculo. Han selecionado un perro
inteligente y atento, capaz de trabajar compenetradamente con el home.
Es decir: se ha seleccionado una función!
Selección de una morfología.- No obstante,
si el objectivo principal ha sido seleccionar una función -que el
perro trabaje y trabaje bien-, los pastores catalanes siempre han
preferido determinados carácteres morfológicos que, a su entender,
eran indicadores inequívocos de buena casta para el trabajo. A la hora
descoger un cachorro se ha preferido, generalmente, los colores oscuros,
el doble espolón como distintivo de raza, el ejemplar anuro...
De esta manera, escogiendo
determinados carácteres morfológicos y seleccionando, de entre éstos,
los que trabajaban bien (eliminando los que no tiene instinto), los
pastores catalanes consolidaron una raza, un tipo de perro con rasgos físicos y psíquicos determinados y únicos: el gos d'atura català.
Difusión de la raza.- Si bien las
montañas pirinaicas fueron la cuna del gos d’atura, la
transhumancia lo esparció per toda la tierra baja, por tota
Catalunya. Como mínimo durante los últimos mil años, los rebaños del
Pirineo catalán han pasado el invierno en las planas de Lleida o en la
marina, y los perros con ellos. Por eso no es de estrañar que, cuando
ahora hace treinta años, se inició la recuperación de los últimos
ejemplares típicos que quedaban en el medio rural, se recogieron perros
tanto en las comarcas pirenaicas como en las comarcas de la tierra
baja donde tradicionalmente han hibernado los rebaños.
El hecho de que la ramaderia y la
transhumancia catalana hayan tenido, historicamente, muy pocos
contactos con la castellana explicaría la aparición de una raza de perro
autóctona y propia. El hecho que en Catalunya, la agricultura haya
tenido, secularmente, un peso mucho mayor que en Castilla, explicaría
que aquí apareciera mucho antes, la necesidad de un perro capaz
de impedir que el ganado penetrara en los sembrados y los huertos, mientras
que allí el perro "carea" (d'atura) nunca ha jugado un papel central.
"Año 1929, a
partir de los perros "Tac"e"Iris", criados por Joan Pascual y
ganadores de la VII Exposición Canina Internacional de Barcelona, se
redacta el primer estándar oficial de la raza. El estándar se aprueba
el 18 de julio de 1929 y de esta manera, el gos d'atura català
pasa a ser la primera raza autóctona del Estado reconocida
oficial e internacionalmente".
Tac e Iris en el momento de
ser presentados en la exposición de Barcelona de 1929 (gentileza de
Jordi Carulla)
La práctica extinción de la raza.- Pese aquel momento de glória que supone en 1929, de gossos
d'atura, en los siguientes años, se vieron muy pocos y de
calidad muy variable y heterogénia. Hasta 1970 se inscribieron
muy pocos ejemplares al LOE (libros genealógicos españoles) y faltos,
todos ellos de parentesco: casos aislados de recuperación que no
tuvieron continuidad ni formaban part de ningún trabajo de selección
y fijación de la raza. Mientras tanto, en el campo, el mundo ganadero que había
perdurado durante siglos se derrumbó y los Pirineos, que se abrieron
al turismo, también es abrió a los perros de otras razas y a las
mezclas que esto conlleva. Con menos pastores, sin criadores que los
criaran de forma selectiva y moderna y con la llegada de razas
foráneas, nuestra raza autóctona se fue mezclando y su
tipismo se fue diliyendo y perdiendo. En aquellos días, por la
mayor parte de catalanes, las razas estrangeras eran "més bonitas" (en
el extrangero es preocuparon antes por sus própias razas y las
criaron selectivamente) mientras que el nuestro era considerado como
un perro mestizo, el perro de siempre, el perro rústico de campo. Mezclado
con otras razas, olvidado por criadores de perros, el gos d'atura
prácticamente desapareció.
El primer trabajo sobre la raza.- En
el escenario desolador dibujado entre 1929 y 1970, hay un punto de
luz que merece ser destacado en la historia de la recuperación y
preservación del gos d'atura català: es la tesis doctoral sobre
nuestra raza que hace Joaquim Capdevila i Pons, de las Lloses, el 1957
y que es el primer trabajo serio sobre el gos d'atura català. A raíz
de eso, mediante la importación de ejemplares del Ripollès y de
Girona, el Departamento de Zootecnia de la Facultad de Veterinaria de
Madrid crea una perrera experimental. Años más tarde, a partir
de estos perros, Josefina Avila redacta la segunda tesis que se ha hecho
sobre nuestra raza.
Àngel Jorba y su esposa Maria Gudayol presentan Tina y Menut a
Barcelona el 1972
El padre de la recuperación.- Resulta evidente que faltaba un criador entusiasta y con criterio
que comezara la cría moderna del gos d'atura y tratara de fijar su
tipismo. Este criador, padre de la recuperación de la raza, llegó en la persona de Àngel Jorba que, durante la década de los 70, a
partir de algún perro encontrado en el Solsonés y en el Berguedà, empieza, bajo
el afijo Laketània, la cria selectiva rigurosa del gos d'atura
català. La sangre y el tipismo de sus magníficos perros corre por
las venas de nuestros perros de hoy y han marcado para siempre a la
raza.
El Club, la entidad clave.- Ahora hace cuarto de siglo, cuándo en otros países ya hacía años que preservaban y
seleccionaban sus razas caninas, aquí, en nuestro país, las
dejábamos morir víctimas del mestizaje y la incuria de todos
juntos. El perro de siempre, rústico, de campo, no hacía fin delante de los
cockers, los caniches, los pastores alemanes... y nuestro patrimonio
genético de siglos desaparecía por momentos. Fue en este contexto
que, aquí y allí, aparecieron personas lo bastante locas como para coger
el coche y empezar a buscar por las masías y los corrales de nuestras
comarcas más ganaderas los pocos perros de rasgos tadavía típicos
y, siguiendo los pasos de Àngel Jorba y Maria Gudayol se lanzaron a
la cría selectiva del gos d'atura català.
En 1982, estos aficionados
crean el Club del Gos d'Atura Català. El afijo del Gran Khann hereda
los Laketània. Surgen diversos criadores entre los cuales destacan
los tres de Girona: Campdurà, Camprat y Espinavessa. Se redacta el
nuevo estándar. Se asume el compromiso de organitzar, cada año la
gran exposición monográfica de cría. Se organizan concursos con rebaño sólo reservados al gos d’atura català.
Esta gente abnegada nos han
salvado un patrimonio muy nuestro y hoy, gracias a ellos, podemos disfrutar
de nuestros perros de siempre. |