Durante generaciones, se le ha seleccionado para trabajar y por eso es
extraordinariamente listo, amigo del hombre y fácil de adiestrar . Aun así, no es una de aquellas razas tristes que siempre esperan órdenes. El gos
d’atura tiene un punto de independencia, de alegría, de inteligencia labradora deliciosa. Toma la iniciativa, hace el que cree más conveniente y después, socarrón, lo explica a su dueño.
Perro de
pastor. Se ha escrito
mucha literatura sobre que no es un “perro de pastor” sino
un “perro pastor”, queriendo dar a entender que, más que recibir ordenes,
es un perro con un gran instinto para comprender y tomar decisiones. Y
algo de verdad hay en esto. Los pastores explican que el
gos d’atura es un perro que trabaja más por su instinto. Dicen de otras razas magníficas de pastor com el border collie, que si las
trabajas mal, acaban dando el perro más malo que hay en el
mundo, pero en cambio el gos d’atura, si el pastor se equivoca o no tiene las
ideas suficientemente claras, se saldrá más bien. Dicen, que otras razas
trabajan más finamente, siguen al pie de la letra las órdenes, pero
muchos pastores que participan en los concursos harían más buen papel si
trabajasen con un buen gos d’atura, porque trabajan más por
iniciativa propia. Los
pastores coinciden, también, en que el gos d’atura es un perro
incansable, un perro para llevar un rebaño grande. Un gos d’atura que hace días que no trabaja sale
como loco hasta que se ha desfogado. Entoces sí, cuando se ha cansado empieza a
trabajar bien. Es un erro para hacerlo trabajar cada día.
Perro de
familia. En familia,
el gos d’atura català es un perro alegre, que se apunta a todo, que está
siempre en medio, que hace mucha compañia, que en poco tiempo se gana
un sito entre la gente. Es un perro vigilante, movido, incansable y un
poco desconfiado. Es una raza inteligente y obediente, uno de esos
perros que puedes sacar sin atar porque siempre está pendiente de
ti, que con un silbido o una llamada viene al momento. El gos d’atura, ya lo hemos
dicho, es una alegría permanente, tiene una mirada que siempre pregunta,
que siempre pide. Un gos d’atura es fiel pero tiene una personalidad
propia a la cual en algún momento exaspera pero que es una verdadera
delicia. A mucha gente indiferente a los perros, la raza
les despierta simpatía y seguramente es porque no es un animal triste,
porque no es un autómata, porque es él mismo.
Más que un
perro. Por otra parte, el
gos d’atura català, para la gente de este rincón del mundo entre los
Pirineos y el Mediterráneo, es más que un perro, es un pedazo de la
terra, una parte de nuestras raíces más profundas, una joya
rústica y antigua en medio de la vida moderna. Cuando un gos d’atura te mira
no te mira solo un perro bonito, de pelo maravilloso y mirada noble.
Cuando un gos d’atura te mira, miles de años de compañia y de fidelidad
en la soledad de las montañas te miran. El gos d’atura es el compañero
ideal para hacer una parte del gran camino de la vida. No os perdáis un
compañero así.
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